Hoy me centraré en las tendencias más visibles de mobiliario que descubrí en el Salone del Mobile 2015. En general, la gran novedad de esta edición es que se presentan espacios polivalentes donde se combinan distintos tipos de piezas y se mezclan materiales y tonalidades: sillones, mesas auxiliares, sofás… se conjungan para crear ambientes versátiles y flexible. Las líneas se depuran mientras que las composiciones se hacen más complejas y aportan más movimiento en cuanto a su uso y estética. Las marcas apuestan por piezas intercambiables y móviles para contrarrestar lo efímero de lo contemporáneo. Lo interesante y la dificultad de los proyectos actuales es precisamente esto: abordarlos desde una versatilidad no conjuntada, salvaguardando el límite de llegar a un desorden estético. El atrezzo al detalle es protagonista de toda la feria.
En el diseño de muebles, uno de los rasgos más llamativo de esta exposición han sido los nuevos gruesos de los materiales: las proporciones se han afinado muchísimo hasta alcanzar una ligereza y sutilidad extremas. En cuanto a los materiales de mesas, la piedra se impone sobre la madera.Desaparecen los colores homogéneos y las tonalidades areniscas para dar paso a mármoles veteados y con dibujos muy protagonistas. La fuerza del grueso se traslada al grabado de la piedra.
Por la parte de las librerías, también se afinan los gruesos hasta prácticamente 1 cm. y se convierten en piezas muy escultóricas. Los nuevos sofás no destacan por una mayor evolución en lo que es su diseño y recuperan materiales de siempre como el terciopelo. Las tapicerías se tiñen de azules, rosas y color agua. Los pasteles se convierten en la base de estas piezas, alrededor de las cuales se construyen ambientes polivalentes.
