Arte

Las nubes de Tomás Saraceno y Barcelona.

10 de julio de 2022

Hemos visitado el Hipermirador de la Torre Glòries, la última gran propuesta de Barcelona, con la mirada de quienes trabajamos tanto en la forma como en el contenido de las viviendas, pensando siempre en lo que se ve, lo que se percibe con los sentidos y lo que va por capas más sutiles e intangibles pero que tanto bienestar aporta en el hogar. 

La visita a la Torre Glòries contempla las tres variables y, más allá de ofrecer una nueva panorámica en 360º de la ciudad, nos plantea reflexionar acerca de que las personas no somos los únicos barceloneses, sino que los árboles, plantas y animales con las que convivimos también lo son. Con esta intención de no sólo ver Barcelona sinó de percibirla con más consciencia ecológica, se ha musealizado la entrada al mirador. Lo que más nos ha sorprendido, por su sensibilidad estética, es la sala dispuesta como un moderno gabinete de curiosidades. Más de cien cajas de cristal suspendidas son el receptáculo de delicadas figuras de papel, realizadas de forma artesanal para representar las diferentes especies que forman el ecosistema urbano, acompañadas de pantallas que aportan información con bellos caligramas digitales. 

Además de ser uno de los edificios con más personalidad del skyline de Barcelona -firmado por el arquitecto Jean Nouvel y b720 Fermín Vázquez Arquitectos-, ahora la Torre Glòries le toma el pulso como una gran antena receptora que recibe y procesa datos de una ciudad en constante transformación, que en este caso es Barcelona pero cuyo concepto se podría generalizar y extrapolar a otras urbes. Gracias a la Inteligencia Artificial, estos datos que captan los sensores de la Torre y de otras estaciones repartidas por la ciudad se proyectan en grandes pantallas informándonos de la calidad del aire, del viento que sopla, del nivel del mar, de la presencia de elementos contaminantes e incluso de las estrellas sobre nuestro cielo. En una última sala, más datos a tiempo real nos conectan mentalmente con la domótica que introducimos en buena parte de nuestros proyectos residenciales, como sistemas de monitorización de consumos y nuevas tecnologías que permiten un uso más racional de la climatización, la electricidad, el agua e incluso los sistemas de seguridad. 

En lo alto del rascacielos está la guinda del pastel, a donde accedemos en un trepidante ascensor que en pocos segundos nos sitúa en la planta 30. Las siempre atractivas vistas de la ciudad son las primeras en captar nuestra atención, hasta que levantamos la mirada para descubrir la instalación inmersiva Cloud Cities Barcelona, del artista argentino Tomás Saraceno. Junto a Anish Kapoor y Olafur Eliason forman un trío artístico muy actual por proyectar esculturas e instalaciones a gran escala y provocativas, con la idea de crear una mayor consciencia del medio ambiente. En este caso concreto,  Cloud Cities Barcelona es una metáfora de la nube en la era digital y, a la vez, recuerda la función de las nubes como reguladoras de la temperatura y protectoras del planeta.

La escultura es también la primera oportunidad de ver una instalación de Saraceno en Barcelona y, si se desea, de recorrerla ya que está creada por módulos fractales, que se pueden trepar e incluso sentarse en algunos de sus habitáculos con cojines, para acomodarse y observar la ciudad desde una perspectiva única e insólita. Y todo ello, para darnos más cuenta no sólo de dónde vivimos sino de cómo habitamos, que es una de las máximas de nuestro estudio de interiorismo.