En uno de mis últimos viajes por Europa tuve la suerte de poder visitar la Galería Axel Vervoordt en Países Bajos. Un lugar que es un sueño en sí mismo y funciona como un espacio donde confluyen el arte, las antigüedades y el diseño de interiores. Como un firme defensor de los movimientos artísticos Zero, en Holanda, y Gutai, en Japón, la visión de la galería se ha convertido gradualmente en una mirada al arte contemporáneo que tiene un interés especial por el concepto del vacío, el espacio y el tiempo. La propuesta se centra en un arte que prioriza el proceso creativo y se ha expandido con un nuevo espacio en Hong Kong, uniendo así las expresiones artísticas entre Oriente y Occidente.
Axel Vervoordt comenzó su carrera como marchante de antigüedades y a día de hoy se ha convertido en uno de los diseñadores de interiores más influyentes de nuestro tiempo. Sus diseños son una fusión de arte contemporáneo y piezas antiguas, y la combinación de colores apagados, superficies de piedra lisa y suelos de madera desnuda, que han influido en muchos profesionales, como es mi caso. Sus espacios son poéticos, artísticos y fascinantes. Es casi más importante lo que no está, que lo que sí. Su gusto está dominado por un sentido de la proporción, buscando por encima de todo la armonía entre la arquitectura, el mobiliario, las obras de arte y las antigüedades.
